martes, 29 de octubre de 2013

La búsqueda de lo que se posee


Y cuando volviste tu rostro ya era tarde, el árbol
 estaba destruido y lleno de nostalgias,
 la búsqueda de lo que poseías fue el pretexto



El desencanto de lo que ya se había percibido, ahora se proyecta en una desoladora realidad. Montañas de aflicción ahora encadenan la más bella de las melodías,  la mariposa que revoloteaba en mi alma desencadenando el más radiante júbilo ahora ha dejado el más perfecto de los vacíos. 
Tus ganas de mi perecieron, perecieron en un ayer distante donde solo mis recuerdos alcanzan a llegar sin ningún destajo de realidad. Asiento mi cabeza y me situó dentro de una inapelable realidad, donde soy víctima del amor pasajero y desvirtuado en su totalidad. 

Me sumerjo dentro de mis pensamientos para solo aclarar mi mente, controlar mis acciones y así resurgir, y descubro mi pesadilla dentro de la realidad, pero sé que la luz se anuncia al final del triste trayecto, ese trayecto que significa madurar, también descubro mi felicidad dentro de la amargura y sé que todo va a estar bien, que todo sucede por un motivo y que mi armonía y mi paz interior lo vale todo, porque sé que en mi estuvo tenerte, porque sé que di lo mejor de mí y aunque no estarás más, la verdad me da gusto que estés conmigo en la eternidad; ya que el olvido no es más que una cruel fantasía.
 
Tu no me pierdes, tú te pierdes en el vacío que representa la búsqueda de lo que no divisas y descubrirás que es el descuido de tu vida.

Desértico corazón, cambiando de rumbo, tomando largos tramos innecesarios para encontrar un lugar donde estar y llenarse de lo que tiene y no quiere, y buscar lo que esta y no contempla, y tener lo que posee y desecha para una vez más descubrir que es el descuido de su vida.

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