domingo, 27 de octubre de 2013

Aquí...

Aquí... Al menos aquí, no hay un vigilante de mis pasos, nadie al acecho de mis actos, aquí nadie me presta atención, mientras me hundo en mi propio dolor, aquí mi inutilidad no es pecado, ni fuente de criticas, aquí soy quien quiero, aquí estoy en mi prisión de silencio, con la música a todo volumen no se escuchan mis lamentos, al menos aquí en mi cuarto, puedo intentar llorar sin arrepentimientos...


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