sábado, 23 de abril de 2016

Era verdad.



Resulta que le dije que la quería como no había querido a nadie. Y era cierto. Entre mis idas y venidas. siempre volvía a ella. Era como mi hogar. y yo, impulsiva por naturaleza, vivía viajando en la imaginación. Confortada por su calor. Pero deseando lo inalcanzable. 

Ella fue esa discusión odio-amor que destruyo mi cerebro y corazón. la protagonista de insomnios, pensamientos atormentadores que parecían hacer estallar mi cabeza. ojeras con su nombre. marcas inspiradas por la incapacidad de comprender el sentimiento, la idiotez del momento, el masoquismo siempre presente. 

Fue una relación toxica desde el principio, donde me aferre a ella para vivir, en lugar de a mi. ella hizo lo mismo, eso me pareció sentir. no se puede amar desde los escombros, y nosotras eramos pura destrucción.

Apuñalando nuestras espaldas; mientras nos sonreíamos con cariño. arañando las paredes del alma, buscando escapar de aquella cárcel, mientras sentíamos falsa paz. no supimos separar las niñas ahogadas de dolor entre familias que no las notaban, de las mujeres dañadas que viven del hoy, y del mañana. ni entre sabanas se solventaban nuestras diferencias. ella es puro control y yo impulsividad. 

No fue el amor que me destruyo hasta las cenizas, aunque ella quiera ahora destruir mi vida. fue un primer amor no deseado, que termino dañando mas que salvando. 

La saque de mi vida tantas veces como ella lo intento de la suya. no sabría decir quien gano al juego del dolor; aunque ella siempre fue mejor jugadora. 

Nunca ha habido un verdadero final, dudo que lo haya algún día. Por lo que va de tiempo, este es tan buen momento como cualquier otro, de intentar terminar algo que debió acabar hace mucho. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario